Día 43.- En Japón con el fascinante cactus súper kabuto
Nuestros compañeros de aventuras habían conseguido por fin en el puerto de Shangai subirse a bordo del vapor Carnatic que les llevaría a Yokohama, haciendo escala en Nagasaki, y es aquí a partir del Puerto más meridional e importante del antiguo comercio japonés donde nuestra aventura coge un ritmo más trepidante, pues nuestra fecha de llegada, el 1 de Noviembre, después de 80 días exactos, marcará el inicio de una de las mayores experiencias de nuestra vida, y a la que les invitamos a todos ustedes a que nos acompañen.
Pero antes, y ya en Nagasaki, la ciudad tristemente conocida por el genocidio provocado por la bomba atómica de EEUU, les queremos contar una historia de cómo las plantas son capaces de unir a los pueblos por mucho que las armas se empeñen en separarlos.
Nuestra historia comienza en 1980, cuando un japonés llamado Masaomi Takeo visita un vivero en Texas que se dedicaba a cultivar, pero también a explorar y extraer cactus mexicanos, descubre un cactus de la especie astrophytum pero muy raro que le llamo la atención por tener marcados unos puntos inusuales, lo compró y lo llevó a Japón y allí empezó a reproducirlo, poco tiempo después otro japonés, Tony Sato, lo descubre y se lo compra junto a toda su descendencia, la mutación del cactus descubierto y algunos de su descendencia es exactamente igual que los antiguos cascos de los legendarios samurais llamados Kabutos, y así es como les llama; Súper Kabuto. Al poco tiempo, la planta madre muere, pero sus semilleros ya son lo suficientemente grandes para continuar con el cultivo, y tras una larga seleccion lograron superar la belleza de la planta madre, e iniciar una afición que traspasaría las fronteras niponas y provocaría una afición exclusiva de esta especie a nivel mundial, llegándose a pagar muchos miles y miles de euros por un solo especimen. A día de hoy la afición no para de crecer, pues ya hay precios para todos los niveles.
Así de esta manera es como los cactus mexicanos venidos de un vivero Texano han llegado a formar parte de la cultura más conservadora de Japón.





